jueves, 17 de mayo de 2007

¿El viajar es un placer?


Pensando en esa canción de Pipo Pescador y viajando en el subte, fue que se me ocurrió escribir esto...

Ceños fruncidos invaden toda la ciudad, pero ¿cual será la cusa de tanta hostilidad?
Ya no basta con pedir perdón por alguna "mala acción" que se cometió, ya que de ello brota una mala reacción.

Es un poco reflexivo lo que pensé, debido a los hechos sucedidos en la estación Constitución el pasado martes y a los sucesivos viajes que realizo en la semana. Un ejemplo muy claro de ello es, el estado en que se encuentran las 5 líneas de subterráneo. Sin lugar a dudas, todos alguna vez nos hemos tomado el subte y notado las diferencias que hay entre una línea y la otra, para establecer una comparación clara puedo tomar la líenea "D" y la "C" o "A". El ejemplo que llamó poderosamente mi atención fue que en la Estación José Hernández (linea D) subió una persona a las nuevas formaciones, traidas no hace mucho de Japón, dibujando y como no había lugar para sentarse, cosa que es muy recurrente, el muchacho concluyó su obra de pie, pero algunos pensaran que se debió a la habilidad del jóven, y puede ser, pero en verdad el cimbroneo del subte fue mínimo y llevando la misma situacion a otra línea, supongo que el resultado hubiera sido otro. Y así es que sigo pensando en los recorridos de las lineas y las comodidades que ofrecen...

Victoria.

1 comentario:

vladimir dijo...

¡Eureka, Victoria! Exactamente de eso trata la guerra pacífica. ¿Sentís el hedor? Es Buenos Aires, cada vez más podrida.